A propósito de la historia que hice antes; donde estábamos casi ahora hablando mi hermana y yo con mi mamá sobre Juan El Largo.
Mi hermana dijo, «Má, por eso es que tú tienes el cielo gano.» Y mi Mai contestó, «Jach, no te creas.»
Mi Mai empezó a hablar sobre su Mai. Abuelita…
Déjenme hacer un paréntesis. Ustedes saben cuándo alguien les explica algo y el cerebro como que «tira un switch» y algo que no entendían antes, de momento está totalmente claro? Pues cuando yo era nene no entendía bien la cuestión de las dos abuelas, hasta que un día mi hermana me dijo, «Abuelita, es la mamá de mami, y Abuela la mamá de papá.» Y como Abuelita era chiquita y blanquita y parecía inofensiva, y Abuela era prieta y grande e imponente pues la explicación me bastó para despejar toda confusión.
Anyway, como tantas veces, Mai nos hizo el cuento de que Abuelita siempre le daba algo de comer a todo el mundo que fuera a su casa.
Si había frutas se le daba fruta a la visita. Si había viandas se repartían viandas. Recuerdo un día que Abuelita me dio casabe. Un cantito. Porque había que repartir para la calle.
Si lo quedaba era un ñame en la cacerola mi Abuelita lo picaba y lo repartía para que le tocara algo a todos los presentes. Y si lo único que quedaba en la casa era agua el que visitara bebía agua o se le colaba café.
Me dijo Mai:
«El día que mami murió, al rato llegó el de Energía Eléctrica en su Jeep. Y al ver que había conmoción en la casa me preguntó si yo vivía allí y que era lo que pasaba.
Yo le contesté que allí vivía mi mamá, y que mi mamá había muerto.
El señor de la AEE me dijo, «Mire, señora, yo vengo con una orden de cortar la luz. Porque no se ha pagado y van meses.»
Pero después de pensar un momento me dijo, «Señora, le voy a dar un documento. Este documento dice que usted tiene 10 días para pagar la deuda… O para abonar a la deuda. Me entendió?»
«Cuando usted vaya a la oficina a pagar lleve 5 pesos, o lleve 20 pesos, pero no es necesario que pague por completo.»
Luego que el hombre de la Energía Eléctrica le dio el documento me dijo otra cosa, «Señora, no puedo decirle todas las veces que su mamá me dio comida, o me dio chinas, o me dio batatas, pero si le puedo decir que cuando más sed tuve de trabajar en la calle y en el sol, cuando la mayoría de la gente se esconde cuando me ve, su mamá me ofreció comida y me dio agua.»»
Yo creo, que mi mamá siente que nunca va a ser tan buena como su mamá.
Y a mi me pasa lo exactamente mismo.
Pero hay que tratar hacer bien, aunque uno falle, así hallan mil obstáculos, hay que tratar…
