La Noche de Anoche, en K-Mart…

parking lot at night
Davyn Ben, Unsplash
O, Como Olvidé que Estaba Tratando de Olvidarte

Anoche fui a K-Mart. No tenia ropa limpia para trabajar y no quería ponerme a lavar el ropaje. Se acerca el fin de semana, y si compro par de camisas estoy set; y así separo el finde para hacer el laundry. Así que pensé pasar por la tienda que me queda de camino al apa pa comprar dos camisas. Y unos pares de medias también.

Después del trabajo fui directo a la tienda. Conseguí las camisas. Encontré un paquete de medias en especial. Y como ya tenía en mano lo que me obligaba me puse a merodear por los pasillos a ver si veia algo mas que fuese útil o me gustara… No encontré nah!

Hasta que me dirigí al counter para pagar, y me metí en la fila…

Delante mio había una TruGordita super duper cute. Exacta, pero que, EXACTAMENTE la forma de una pera. Suculenta. Su culo era… rotundo. Fácilmente, una tercera parte de su cuerpo era culaje.

Ahem… Y sus tetas no estaban nada mal tampoco. En fin, una chulería de mujer.

Usualmente, soy sutil y comedido pero esta vez no podía dejar de mirar. Y la mujer se dio cuenta.

La mujer empezó a pitar. Al principio ni registré el pitaje. Pero la mujer repitió los mismos dos tonos tres veces. Y casi como acto de magia apareció un macho, su macho, al lao de ella. El tipo era casi lo opuesto de la mujer. Si la mujer era una pera, el tipo era una rama. Flaaaaco, pero sinuoso. Flaquito pa la gordita; lo envidié de inmediato. «Que jodienda, men, que los flacos siempre se llevan las gorditas», me lamenté.

Decepcionado, me fijé en el conjunto. Me daban el look de «people-of-walmart». Gente de W en la K. Y ahora la cajera les está diciendo que la tarjeta de alimentos no les cubre para todo lo que llevan. Un montón de leche y otro montón de cereales. Tenían niños?, no escuche ni vi niños en los alrededores. La gordita discutía con la cajera. El cereal estaba en venta. La tarjeta debía cubrir. Validó la cajera el especial en cereal. El monto total de la venta era poco menos de lo que yo había gastao en el almuerzo. Me sentí un poco culpable.

Lo que me pareció curioso fue que la gordichulin tenia el último modelo de celular manzana. Mejor que el mio. Me sentí menos culpable. Terminó de pagar la gordibuena; ella y su pareja salieron, aparentemente triunfantes, con su compra en manos.

Como casi siempre que iba a K, uno de los artículos que tenia en mano no tenia la etiqueta con el precio. Mientras la cajera y la manager buscaban como forzar a la caja a que me cobrara yo seguía pensando en la gordita y su culaje. Estaba seguro que no la volvería a ver jamas. Después de varios minutos de tejemeneje para poder pagar logré salir del K-Mart y caminar por el parking hasta mi carro. Mi mente aun pensando en la gordita… Fantaseando.

Caminaba perdido en mis pensamientos. Necesitaba pensar en algo. En alguien. Que no fueses tu. Y ese desespero por poco me mata.

Me di cuenta tarde que estaba escuchando un silbido… Y cuando alcé la vista…

La gordita me cortaba el camino hasta mi carro. Sus ojos me clavaban intensos. Cejas arqueadas en ira.

Iba a morir por estar pensando en pájaras gordas…

Miré en cámara lenta como la mujer… Era una mujer?… Levantaba su brazo derecho a la misma vez que sus dedos se ahuecaban, se extendían, se convertían en cañones. Letales. Mientras seguía repitiendo el extraño silbido.

pop pop pop pop-pop-poppop

…retumbaba su cañonmano en el estacionamiento del K-Mart.

Falló.

Sin pensarlo me había semi arrodillado semi agachado. «FUCK!«, pensé. Pero ya había devuelto un tiro con mi propia cañonmano. El cañonmano de la gordita era mejor, y mas poderoso. Pero yo tengo mas experiencia con el mio. Sino hubiese sido por el factor sorpresa que me tomó desprevenido. Sino hubiese estado tratando de no pensar en ti. Sino hubies…»PUÑETA! Donde está el tipo!?»

Miré hacia mi izquierda. La cara del flaco estaba blanca blanca.

Estaba sorprendido con su inminente muerte. Sus ojos dejaron de mirar los míos. Y ahora se fijaba, con incredulidad, que mi brazo izquierdo también se había convertido en un instrumento letal. Una hoja sencilla, afilada, densa, traspasaba su flaco cuerpo. Parecía que nuca había visto un manochete.

Amateurs. Los felicité mentalmente por haber llegao tan cerca. Pero la gordita y el flaquito yacían muertos en el estacionamiento del K-Mart.

Pero no pude cantar victoria…

Pues en el escarceo se jodieron las camisas nuevas.


(Nota: Escribí el cuento original en ingles en el 2014, luego de un rompimiento. La traducción en el 2022, cuando K-Mart ya casi no existe. Sin embargo, la tienda K-Mart donde éste cuento NO pasó continúa operando. PS: Acabo de ver un video acerca de un K-Mart virtual.)