Una musa en mis sueños…

Glenn Monroig's dapper smile
Glenn Monroig, Fair use

Creo que el primer sueño raro que hice el esfuerzo de sentarme quieto y escribir los detalles en mi celular antes de que se me olvidara fue en el 2005, originalmente lo escribí en inglés pero ahora lo traduzco aquí:

Tuve el mas raro de los sueño ahora mismo.

Estaba en la plaza publica de un pueblo cualquiera, el pueblo de mis sueños que es todos y ninguno. Una plaza pública, y clásica, de pueblo de la isla, justo frente a la alcaldía, con árboles aquí y acullá, pero otrora una plza de cemento de esquina a esquina, a esquina. Hay gente a mi alrededor, y estoy escuchando a algunos hablar de un concierto que acaba de terminar. Era Glenn Monroig que, según lo que decía la gente, acababa de hacer una presentación bien artística y cultural.

Decido de repente, ver si puedo entrevistar a Glenn. Cosa rara porque yo podré ser muchas cosas pero definitivamente no soy entrevistador ni periodista. Ni mucho menos soy fanático de Glenn, o sea, no es que me caiga mal ni nada, pero mas allá de saber que hizo el primer rap realmente no conozco ninguna de sus canciones. Voy caminando lentamente hacia el auditorio de la plaza, a ver si de casualidad veo a Glenn entre la gente y los músicos que quedan. No veo a Glenn por ningún lao, pero a quien si veo!? A Danny Rivera. Por supuesto, que va vestido en un kaftan blanco.


Tengo que hacer un aparte aquí porque me acabo de dar cuenta de algo. Y es que Danny Rivera es el Steven Seagal boricua. La imagen de ser sabio, de tener una paz interna cuasi infinita, pero con una capacidad de violencia repentina y salvaje, y el cuerpo suficientemente rechoncho como para poder repartir dicha violencia (LOL). La única diferencia es: que el kaftan de Seagal es negro y el de Danny es blanco.


Y me pregunto yo mismo en el sueño, que ñoñas hace Danny en mi sueño. Hay una brecha generacional entre mi generación y la de Glenn, pero un abismo cultural entre Danny Rivera y yo. Es como si un fan de Bad Bunny nacido en los 00’s de momento soñara con Ruben DJ. Como no veo a Glenn, decido entonces entrevistar a Danny, a ver que pensó del concierto que acaba de dar Glenn. Y de paso preguntarle que piensa de los últimos eventos que han sucedido en la isla.

Danny está sentao y yo bien sobrao voy y me siento justo a su lao. Man, yo antes era bien tímido. Pero, Danny me mira con ojos extrañados, como si se hubiese activado una trampa. Pero en sus ojos no hay temor, Danny esta siempre listo para la violencia. Trato de hablarle, pero Danny, viendo que no represento peligro, simplemente me ignora, se levanta y se va, dejándome con la palabra en la boca. Aturdido con la demostración de violencia pacífica, me quedo mirando el lugar donde estaba Danny sentado, y luego miro un poco más allá.

Y tengo una visión de salvaje belleza.

Hay una mujer sentada, lo suficientemente cerca de mi como para perderme en la espectacular belleza de sus ojos, pero lo suficientemente lejos que siento que nunca podré alcanzarla y me volveré loco.

Lleva puesto un traje de tonos claros, cuya tela parece flotar sobre su cuerpo, y a la misma vez acentúa las curvas de sus… múltiples encantos. Su cabello es rizado, largo, negro, recayendo como una capa sobre su espalda. En su cuello, una gargantilla tribal hecha de maderas naturales. Al verla siento un arrebato asfixiante. Mientras yo siento dificultad para respirar pareciera que ella comienza a hacerlo. Como si hubiese estado esperando por mi. Y ahora que estoy aquí a su lado por fin puede decirme, «Por fin, llegaste.»

Se levanta, camina dentro de mi, y se sienta donde hace siglos se sentaba Danny. Hablamos. De muchos temas. Trato de arrancarle el nombre de su boca pero solo termino rindiendo el mio. Me promete decirme su nombre, pero posterior a que me hable del mundo, de las personas, de lo que hacen, de lo que piensan, y lo que sienten. Algunas cosas son ciertas y otras no. Mi mente se quema. Quisiera escribir todo lo que me dice pero es demasiado. Su traje va soltando hojas de papel. Su cabello es tinta para escribir. A sus pies el papel y la tinta se unen para formar diamantes de texto listos para convertirse en poemas, cuentos, artículos, columnas, ensayos, libros, épicas…

Es demasiado! Trato de voltear mi vista. Le grito, «No puedo manejar todo ésto, ya tengo un trabajo… un compromiso.»

«Eso no es lo que tu quieres», me dice. «Si así lo fuera, yo no estaría aquí ahora…»

El llanto de mi hija hace pedazos el sueño. Mi hija está enferma y no duerme bien. Azorao de repente me levanto, pero ya su madre está de camino a consolarla. Y me quedo pensando, si sera verdaderamente posible que estuvo una musa en mis sueños…