Muslos Asiáticos Violentos…

half dozen disembodied legs
kamshots, CC-BY 2.0

A veces tengo unos sueños que… mano… los encuentro hasta difíciles de describir claramente… y ni hablar de convertirlos en un chiste o en una historia que haga sentido y sea interesante.

Ejemplo? Acabo de soñar con muslos asiáticos violentos.

Dije que eran muslos…

Sí, solo los muslos. No, no eran el par de muslos. Ni estaban «conectados» por la ingle. No tenían «nié». No tenían «cadera». No eran muslos de pollo. Como dije, eran asiáticos.

No, no fumé nada, les aseguro que fuera de la pastilla de la presión, la pastilla del corazón, y la pastilla del azúcar… Fuera de eso no uso drogas.

«Aníbal, pero como ñoña sabes que eran muslos asiáticos!?»

Pues muy sencillo, porque al principio del sueño, los muslos estaban como en cuclillas, o sea, como eñangotaos. Y en la «falda» del muslo iba la cabeza de una geisha. No era una pesadilla, así que no eran cabezas ensangrentadas ni cortadas. Este sueño, menos mal, es PG-13. Las geishas, bueno, sus cabezas, eran como las intérpretes de lo que querían decir los muslos. Porque obvio, como iban a hablar los muslos entre si, si los muslos no tienen boca? Ah, ah? Exacto!

Los muslos descansaban, inicialmente antes de que la cosa se pusiera violenta, en unas plataformas con rueditas motorizadas. Porque again, o sea, un muslo solitario se le hace difícil llegar a cualquier lao!

Dije que eran violentos? Me explico…

Por alguna razón, yo estoy allí entremedio de la conferencia de muslos asiáticos… Porque claro, no eran dos, ni tres, había como mínimo media docena de muslos que se habían reunido porque… uh… los detalles se me escapan pero era bien importante que los muslos se reunieran y discutieran algún asunto importante que iba a afectar la vida de todos los muslos en el planeta.

Pero!

Así como en cualquier lugar donde se reúnen varias personas siempre surge algún tipo de diferencia de opinión, malententendido, y/o fallas de comunicación… pues entre los muslos es peor… porque llega el momento que las geishas no pueden hacer más. Es entonces cuando los muslos dan rienda suelta a su capacidad para la violencia.

Dije que eran asiáticos?

Es que además de la geisha que acompañaba a cada uno, cada muslo era un (o una) experto en artes marciales. Cada muslo duro como madera. Cada musculo tan duro como el acero, tan rápido como el relámpago, y tan flexible como político en época de elecciones.

Cada pie… de cada muslo… un arma letal…

La conferencia se convirtió en una trifulca callejera de muslotazos, patadas, rodillazos, talonazos…

Those legs were kung-fu fighting! Those feet were fast as lightning!

Cada muslo tenía una técnica, un arte, que había entrenado hasta hacerlo mortal. Un muslo hacia picadas de ojo, pero a falta de ojos iba por el talón de Aquiles de los otros muslos… Otro saltaba como volando por los cielos para caer de rodilla primero. El menos letal era que tenia el pie maloliente, ese no le ganó a ninguno de los otros muslos aunque par de las geishas se desmayaron en su cercanía.

Uno de los muslos, no el mas grande ni fuerte, decidió recurrir a un poder más allá de lo físico. Un súper arte. El muslo hizo el movimiento de lanzar un hadouken, y salió una bola de fuego disparada de su rodilla. Pero ni aun así pudo cantar victoria. Porque acto seguido otro de los muslos se prendió en fuego amarillo, Super Sayajin Muslo! Y empezó a tirar rayos láser a diestra y siniestra. Destruyendo el edificio y el vecindario.